Hacer mucho y seguir lleno de energía

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Hacer mucho y seguir lleno de energía

Tener un trabajo es para muchas personas una fuente de estrés.

Es un placer fluir mientras trabajas, pero al llegar el fin de la jornada esa tarea que queda a medio hacer se puede convertir en un pequeña tortura que te acompaña hasta el día siguiente.

Y si se convierte en un tortura, tienes muchas probabilidades de empezar a odiar esa parte de tu trabajo que tanta falta hace en la empresa —y que tú sabes que haces mejor que los demás.

Si te has ganado el pan con el sudor de tu frente, sabes de lo que hablamos porque la historia de amor/odio que todos vivimos con nuestro trabajo es para hacérnoslo mirar.

El tema que siempre sale a la palestra cuando estamos con nuestros clientes emprendedores es la falta de tiempo de los equipos para hacer el trabajo en las empresas.

¿Te ha pasado que te bloqueas una mañana para hacer un trabajo y llega el fin de la jornada de trabajo y sigue sin salir?

Es frustrante y te hace desperdiciar una cantidad indecente de energía y tiempo que podías haber dedicado a algo más productivo.

Los comienzos en un nuevo trabajo siempre son así.

¿Por dónde empiezo? No entiendo nada. Por favor, que alguien me explique exactamente lo que tengo que hacer y cómo. ¿Qué esperan de mí? Me han contado que quieren una cosa, pero ¿Cómo lo hago?

¿Le pregunto a la persona que se sienta a mi lado? Parece tan enfrascada en su trabajo, no sé qué me da interrumpirle.

¿Y si le pregunto a mi jefe/a? Al fin y al cabo es quien me ha pedido que lo haga. ¡Uf! Pero a una persona tan atareada sí que me da miedo preguntarle, ¿Y si piensa que soy incompetente y me despide? Mejor me callo.

1 hora, 2 horas y el tiempo pasa… Un sudor frío recorre mi frente, ¿toda esta gente tan eficiente se habrá dado cuenta de que no sé qué hacer? Mejor voy pensando una disculpa, una explicación de por qué no lo he podido hacer.

Lo importante es pasar desapercibido, me hago transparente, cruzo los dedos y ya está. A ver si tengo suerte y nadie se da cuenta.

Sobrevivir, de eso va el trabajo, sobrevivir y sufrir, y mañana será otro día…

Porque necesito el dinero que si no, me faltaría tiempo para mandar a paseo este trabajo y hasta nunca. Esto no es lo mío. Que mal rato he pasado. Le llaman trabajo por algo. Fin de jornada.

Si has llegado a este punto, ahora lo vamos a remontar juntos.

La mayoría empieza en el puesto con entusiasmo. Sin embargo, terminan asfixiados porque no llegan a mantener el ritmo y porque quieren resultados inmediatos. Para tener éxito en un trabajo pedir ayuda es la clave.

Lo nuestro es planificar éxitos y disfrutar del tiempo. Y queremos hacerlo ganando dinero.

La combinación es complicadísima, lo sabemos.

Por esta razón hemos probado de todo y por fin hemos dado con lo que mejor funciona. Un sistema eficiente que te empodera y te ayuda a recuperar las ganas de trabajar.

Hace unos años pensábamos que era una cuestión de dinero y nos frustraba mucho ver como 3 meses después de subir el sueldo, la persona volvía a la casilla de salida. Comparábamos nuestros sueldos con los que pueden pagar las grandes empresas y nos sentíamos pequeñitos.

Pero llegamos a una conclusión…

Es que no podemos comparar nuestros equipos con los de las grandes empresas. Es imposible que ello pueda ayudarnos a mejorar el rendimiento de nuestros equipos y para lo único que sirve es para desilusionarnos.

Lo que sí puedes hacer tú es descubrir cuál es la forma en la que esos superdirectivos de las grandes empresas trabajan al máximo rendimiento y ver si esa misma receta te sirve a ti también.

No hacer una tarea por falta de tiempo no es una excusa válida

Lo que más escuchamos de quienes acaban de empezar en un trabajo es la falta de tiempo que tienen para realizar las tareas.

La mayoría empieza en el puesto con entusiasmo. Sin embargo, terminan asfixiados porque no llegan a mantener el ritmo y porque quieren resultados inmediatos.

Para tener éxito en un trabajo pedir ayuda es la clave.

El equipo al que llegas está formado por personas de costumbres. Personas que ya tienen sus hábitos.

Si les pides ayuda constantemente, darte ayuda se convertirá en una costumbre y te la darán siempre que tengan un hueco para dártela.

Imagínate que empiezas con buen pie y pides ayuda. Llega el final de la jornada y no has terminado la tarea. Alguien en el equipo sabrá la razón de que esto haya ocurrido.

Esta persona podrá hablar con otras personas y buscar una solución para ti.

Lo más seguro es que al día siguiente alguien te llegue con una posible solución para que te dé tiempo a hacer la tarea.

De esa forma, creas nuevos hábitos en el equipo y una dinámica de ayuda hacia a ti.

Lo que tú decides antes de ponerte a realizar la tarea

Empezar en un nuevo puesto de trabajo siempre da miedo, lo sabemos mejor que nadie, pues hemos sido «cocinero antes que fraile».

Sin embargo, una forma de comenzar y estructurar bien un nuevo trabajo es tener claros estos tres puntos.

  • Qué necesita el equipo. Cómo se beneficiará el equipo cuando la tarea esté terminada.

  • Qué se me da bien hacer a mí.

  • Qué me gusta hacer.

Es de esta manera como de repente todo se alinea a la hora de trabajar. Con estos tres ingredientes tendrás todo lo que necesitas para tener éxito en tu nuevo trabajo.

Muchas veces pasamos más tiempo del que hemos planificado con una tarea porque ni pedimos ayuda, ni buscamos la forma de ofrecerla.

El rendimiento de cualquier trabajador cambia cuando implementa un MÉTODO de 5 pasos

Adoramos los métodos.

Son fundamentales para trabajar en equipo, realizar tareas y obtener resultados. Si no los tuviéramos, probablemente los equipos de nuestros clientes no serían tan eficientes.

Implementar un método en tu trabajo te ahorrará tiempo y mejorará la calidad de tu ocio y descanso.

Pero lo mejor de todo es que te permitirá disfrutar más de tu trabajo. Donde por cierto pasas más de media vida.

Preguntar para qué es la tarea

Somos de los que creemos que no hay que dar nada por sentado, ni menos por supuesto.

Piensa que eres quien empieza a trabajar en cocina y le piden que pele patatas. Parece obvio para qué vas a pelar patatas: para cocinarlas. Pero no está de más preguntar para qué son estas patatas que vas a pelar.

La cosa cambia si estas patatas son en parte para la cena y son las 11 de la mañana, pues si no se cubren de agua pronto se oxidarán. Quizás tampoco haya que pelar todas las patatas ahora y con el tiempo sobrante puedas preguntar si puedes ayudar con otra tarea.

Muchas veces pasamos más tiempo del que hemos planificado con una tarea porque ni pedimos ayuda, ni buscamos la forma de ofrecerla.

Además, si a ti te gusta aprender sobre los diferentes tipos de verduras y hortalizas, y sus usos culinarios—probable si entras a trabajar en una cocina—, sabrás si esas patatas son o no las óptimas para hacerlas a la panadera, y podrás confirmar o cuestionar el tipo utilizado de patata.

Confirmar es validar, y eso siempre gusta. A ti y a los demás.

Cuestionar con educación y buenas palabras demuestra interés, y muchas veces ayuda a mejorar a todo el equipo. Al responder una pregunta también se aprende. Imagínate que a quien le preguntas «para qué son las patatas» te responde:

— Oye, pues que no sé, voy a preguntar.

Y al rato vuelve y te responde:

— Pela 10 medianas, que para el servicio del mediodía llega.

Y tú que estabas expectante ante esos 2 sacos de patatas que tenías para pelar antes de las 1330.

Preguntar un «para qué» es un gran principio. Y una forma encubierta de pedir ayuda 😜.

Escucha o lee lo que dicen los demás

No te quedes bloqueado con la tarea a realizar mirando lo que hacen los demás. A nadie le gusta que le observen.

Indaga, ve más allá de la primera respuesta a tu pregunta. Solicita aclaraciones. Repite lo que has entendido que ha dicho la otra persona. Y si lo tienes claro, resume y confirma que tu resumen es correcto:

«Si he entendido bien, lo que necesitamos es…».

«… es el objetivo ¿es así?».

«Entonces,… tiene por finalidad… ¿lo he entendido bien?».

Haz mucho de forma excelente

Si en algo eres crack, hazlo mucho. Poner el foco en hacer aquello que se te da espectacular te ayudará hacer mucho y te permitirá trabajar de forma ágil.

  • Comienza por intentar realizar todas aquellas tareas que te propongan hacer. Hazlas, no digas que vas a intentar hacerlas, hazlas, bien o mal, hazlas. Pregunta, pide ayuda, escucha, pero hazlas.

  • Pide feedback. Una vez termines la tarea o previsiblemente ya sea conocido el resultado derivado de la tarea —por ejemplo, el post ya se publicó ayer en redes sociales— pregunta a otras personas qué les ha parecido tu tarea ¿consideras que estás bien hecho? ¿Qué dijo el/la líder del equipo? Muchas veces te quejas de que solo te dicen lo malo, pero eres tú quien no pregunta qué tal está hecho el trabajo cuando sabes que lo has hecho genial 😄. Hay que darse a valer también.

  • Pide ayuda y colabora. En un equipo de fútbol debería dar igual quien marque el gol, lo importante es marcar goles. Si tú eres un hacha recuperando el balón en propio campo, y otro remata a gol increíble, pide no rematar a gol y pide ser destinado a las misiones de recuperación de balones. El que marca goles como soles, encantado, y tú también. Y el entrenador haciendo palmas con las orejas, no se había visto en otra así.

Esfuérzate porque se te asignen las tareas que se te dan bien y sé generos@, reconoce las capacidades de otros y esfuérzate porque a los demás también se les facilite el hacer aquello en lo que son excelentes. Todos ganamos.

Haz la tarea que más te gusta hacer

Hacer lo que te gusta te ayudará hacerlo más rápido, créenos.

Nos ocurre a todos. Empezamos a hacer algo que nos agrada y rápidamente nos enfrascamos en la tarea, y el tiempo nos pasa volando.

Cuando te des cuenta la tarea estará hecha como por arte de magia e, incluso, habrás hecho varias otras por el camino.

Y si algo te hace sufrir, pide ayuda para buscar otra manera de hacerlo. Se trata de ganar jugando bonito.

Si solo trabajas por dinero, te estás engañando a ti mismo. Seguro que puedes encontrar un trabajo que genere dinero y que también te aporte relaciones humanas de calidad, propósitos e ilusiones, diversiones, alegrías, aprendizajes, conocimientos y muchas a otras cosas buenas.

Ojalá disfrutes tanto que tu empresa piense que harías el trabajo gratis. Ese día estamos seguros de que estarán dispuestos a subirte el sueldo porque confiarán en que seguirás haciéndolo así de bien mucho tiempo.

Trabaja por dinero y algo más

Llámale «salario emocional», llámale no ponerle a tu pareja la cabeza como un bombo mientras cena y los fines de semana, llámale «X».

Pero hay cosas en la vida que no tienen precio. E ir todos los días al trabajo a sufrir no vale la pena.

Muchas veces necesitas el dinero para cosas importantes como tu familia, pagar un tratamiento a tu padre, o los estudios de tu hermana, ahorrar para ese superproyecto que tienes mente, sea un viaje, una boda, un negocio, una acción solidaria o lo que a ti te mueva.

Hay muchos trabajos y muchos equipos.

Si solo trabajas por dinero, te estás engañando a ti mismo. Seguro que puedes encontrar un trabajo que genere dinero y que también te aporte relaciones humanas de calidad, propósitos e ilusiones, diversiones, alegrías, aprendizajes, conocimientos y muchas a otras cosas buenas.

Y si esta vez no lo has encontrado, cuando antes empieces a buscarlo, mejor para todos.

Todo está en tu mano

Si quieres que te sobre tiempo para la tarea, esperamos haberte dejado aquí buenos consejos prácticos de cosas que tú puedes hacer para lograrlo. Hacerlas solo depende de ti.

Prueba, experimenta poco a poco si tienes dudas.

Y si lo tienes claro, lánzate a por ello, este trabajo es para ti y te vas a comer el mundo. Deslúmbralos a todos y déjalos boquiabiertos.

Dirán que fue la suerte del principiante, pero nosotros y tú sabemos que no, es el método. El método de PLANEANDO ÉXITO.

Dinos, ¿en qué podemos ayudarte?